martes, 15 de marzo de 2011
UN BILBAINO DE COMPRAS POR BANGKOK
Bangkok es sin duda el centro neurálgico del sudeste asiático, y a pesar de ser una mega urbe de doce millones de habitantes debo reconocer que me gusta. Esta ciudad ejerce tal efecto seductor que la convierte en uno de esos lugares del mundo que me encanta, me apasiona, me vuelve loco, me pierde.
Es una frenética ciudad que vive las venticuatro horas del día y ese es uno de sus peligros, sabes cuándo sales de tu hotel pero nunca cuándo vas a regresar. A pesar de la polución y el tráfico la vida de sus calles compensa con creces, aquí se mezclan las más antiguas tradiciones con la tecnología más moderna, los tenderetes de comida ambulante conviven con la arquitectura más vanguardista y la oferta cultural y de ocio es tan abundante que pasan las horas del día sin darte cuenta. Y la noche no acaba nunca, todo vale, desde ese Bangkok canalla que todos conocemos hasta los clubes más pijos pasando por todo tipo de ambientes.
Ya soy un poco perro viejo en esto de moverme por Bangkok y la conozco bastante bien. La verdad es que cuando paso por aquí no suelo ir a los sitios más turísticos, río, templos y demás. Eso ya lo hice la primera vez que vine hace unos años. Ahora vivo más bien como un expatriado, llego unos días de paso, aprovecho para cargar pilas, comprar alguna cosilla que me hace falta y rumbo a otro lugar. Otro de los peligros de Bangkok es que en un día te puedes cargar el presupuesto de toda una semana en cualquier otra parte del país.
Hace unos días andaba cerca de Siam Square y aproveché para entrar en Parangon, un mall, un shoping center de la zona. No soy muy amigo de los centros comerciales, pero confieso que en Bangkok hay algunos que son una maravilla, espectaculares obras arquitectónicas con interiores luminosos, zonas ajardinadas, tiendas impresionantes, cines, aquarios, spás, restaurantes y de todo. Y además un aire acondicionado que se agradece un poco para combatir el bochorno de la ciudad.
Iba con intención de comprar un par de libros en Kinokuniya, allí puedes encontrar de todo y en varios idiomas. Busqué la librería en el directorio de la planta baja para no perderme en aquella inmensidad, pero me llamó la atención lo que anunciaban en la segunda planta: coches. Me sorprendió ver que en ese edificio tuvieran concesionarios de vehículos y me acerqué a curiosear. Y al llegar a la segunda planta todavía me sorprendí más al ver las tiendas: Lamborghini, Lotus, Aston Martin, Maserati, etc.
No es que los coches me entusiasmen en exceso, los considero como lo que son, un medio de transporte, y además me gustan más los de antes, es como si tuvieran cara, sin embargo los de ahora me parecen todos iguales. Pero confieso que me quedé embobado admirando las sugerentes, sinuosas y sensuales formas de un magnífico Lotus 159VFH.
De haber estado en una tienda de este calibre en Europa puede que hubieran llamado a los de seguridad al verme las pintas, pero estamos en el país de las sonrisas y Noom y Ouy, la simpática pareja de vendedores, abrieron la puerta del local de par en par y me invitaron a pasar entre saludos, reverencias y demás muestras de cortesía. Habían visto en mí un posible cliente.
Después de tomar unas fotos al juguete, Noom me explicó de cabo a rabo todas sus especificaciones técnicas, abrió el compartimento del motor y me permitió sentarme al volante tras ponerme unos guantes y unas bolsas a modo de zapatos para no ensuciar el vehículo. Hacía su trabajo con tanta dedicación y entusiasmo que no me atreví a interrumpirle y atendí su charla con la mayor concentración que pude.
Finalmente nos sentamos en la oficina y trajeron té y pasteles, la antesala perfecta antes de pasar al asunto del precio. Antes de eso, Ouy me mostró un catálogo con toda la gama de colores para carrocería e interiores, así como los diferentes tipos de tapicería. Me sugirió que a mi estilo le iba más el rojo o el negro y me confesó que la semana anterior un empresario árabe había comprado un modelo igual para su hijo como regalo de cumpleaños.
El coche de muestra estaba de oferta, unos cuatro millones de bahts, cien mil eurillos de nada. Les dije que me parecía un pelín caro para mis posibles, no podría disponer de tanto efectivo. Pero eso no era un problema, ofrecían un excelente sistema de financiación en colaboración con el HSBC Bank y podría pagarlo en unos cuantos años mediante unas cómodas cuotas mensuales de unos tres mil euros.
Ah bueno, dónde va a parar, en ese caso me parecía una operación mucho más factible. Ya lo consultaría con mis asesores y tendrían una respuesta definitiva en unos pocos días. Estrechamos nuestras manos y me despidieron con la misma amabilidad que al principio. Pobrecillos, ¿de verdad llegaron a pensar que yo era capaz de llevarme semejante trasto?. Además no, creo que no lo voy a comprar, es muy bonito pero poco práctico, no se puede dormir dentro, no cabe nada, se me llenaría de polvo en las pistas de tierra de Lanzarote, el salitre acabaría con la chapa... no, me gustaba más mi vieja furgo.
En esas andaba pensando mientras volvía en un atestado vagón del Sky Train a Sukhumvit, mi barrio Bangkoktarra, cuando me dí cuenta que llegaba tarde a una cita. Había quedado con una cuadrilla de irlandeses residentes en el Cheap Charlie's para tomar una cervezas antes de ir a cenar.
-"¿De dónde sales?, ya pensábamos que no venias."
-"Perdonad, me he liado un poco en Parangon."
-"Ah, Parangon, ¿has comprado algo?"
-"Bueno, he ido a mirar unos libros y al final casi acabo comprando un Lotus."
-"¿Un Lotus?, ¡joder qué nivel!, ja, ja."
-"Bah, ya ves, los de Bilbao somos así."
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4 comentarios:
Oscarín !!Hazme un favor , vuelve al concesionario y hazme una reserva de uno igual pero en Rojo que a Iñigo le ha encantado, mientras crece un cumple la edad para el carné haré un esfuerzo y lo utilizara para ir a Ginory a comer unas tapas. Ah!! se me olvidaba , no problem con la financiación , te envio la visa.
Besos de la Family. Eres el namberguan
Compratelo hombre que 100.000€ no es nada jajaja.
Salud2
Jejeje voy por un libro y me regreso son un Lotus!! xD
saludos!
Eso está hecho Rafa. ¿No quieres otro rosa para la princesita?.
Si alguien más quiere un Lotus que me mande cien mil euros.... y bueno, ya veremos.
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