sábado, 12 de diciembre de 2009

LA GUAGUA DE BHAIRAWA A LUMBINI



Creo que ya he comentado algo en este blog sobre los riesgos de viajar en transporte publico en Nepal, y no es solo que te puedas despenyar por cualquier desfiladero, eso seria en el peor de los casos, tambien cuenta la calidad del bus en cuestion, toda la gama posible desde Tourist Bus hasta Local Bus, a sabiendas de que el Tourist Bus suele ser una autentica bazofia, con que de ahi para abajo ya podeis imaginar.

De la mecanica ni hablo porque cualquiera de ellos puede sufrir un "little problem" en cualquier momento. Y aunque nunca lo sabes hasta que subes a uno, tambien depende de la cantidad de gente que pueda entrar en el, si coges uno en el que todos van sentados estas de suerte.

Hasta ahora he tenido de todo, pero el otro dia tome uno que de momento se esta llevando el premio al mayor desproposito. Era un trayecto corto, venticinco kilometros mas o menos, terreno llano y casi todo largas rectas... y tardamos cerca de tres horas!.

Al principio tuve suerte, o eso pense yo, entre de los primeros y pille uno de los asientos delanteros, podia estirar las piernas y todavia sobraba sitio para mi mochila. Pero a medida que iba entrando gente mi espacio iba menguando poco a poco, no sabria decir la cantidad de personas que habia de pie en el pasillo empotrandose contra los que estabamos sentados. Y lo peor estaba por llegar.



El autobus paraba cada quinientos metros, bajaban cuatro pero subian quince, yo no daba credito, no hay regla matematica que pueda explicar eso, esta gente debio inventar el "tetris". Y el azafato-cobrador, que suele ir con la puerta abierta y medio cuerpo fuera, se desliza entre todos como una serpiente y sabe en todo momento quien ha pagado y quien no.

En un momento dado hubo un tio que me dijo algo y se sento en mi mochila, bien, no pasaba nada, pero otro tipo que llevaba observandome un par de minutos debio deducir que mis piernas eran lo suficientemente largas como para hacer un banco y ni corto ni perezoso se sento encima mio sin ni siquiera pedir permiso, tocate las narices!.

Cuando llego a su parada respire aliviado, pero todavia me quedaba sufrir un poco mas. Una chica que llevaba en brazos un nene de unos dos anyos vio el asiento libre, o sea mis piernas, y me planto al ninyo encima. Pero la mujer no contaba con la reaccion del chaval. Este me miraba aterrorizado, no creo que en su corta vida hubiera visto muchas veces un occidental tan cerca, y yo llevaba barba de dos semanas y cinco dias sin poder tomar una ducha decente, con lo que el pobre crio empezo a berrear inmediatamente. Y la madre pasando de todo, y yo haciendo carantonas a la criatura para ver si se calmaba un poco.

Y para terminar, la traca final. En una de las innumerables paradas vi a un grupo que portaba una rudimentaria camilla con algo encima envuelto en unas telas... era un muerto!, al parecer lo llevaban a su lugar de origen para la correspondiente cremacion. No, por favor, un cadaver dentro ya seria demasiado, a ver si a este tambien me lo iban a poner encima. Menos mal que despues de evaluar la situacion decicieron subirlo a la baca del bus.

En fin, una experiencia totalmente surrealista. Son cosillas de los viajes que quedan para el recuerdo, en algun momento me entraron ganas de bajar a gritos del autobus cagandome en todos los dioses hindues, pero cuando pasas el trago te ries de ello y todo queda en una anecdota mas.

3 comentarios:

markapinrel dijo...

ja ja ja ja, me suena, me suena.buen metodo para adelgazar, no?. al menos muy barato.
saludos

Anónimo dijo...

Besazos rubio! ¡Quien te viera con barba y rastas en medio de todo ese jaleo! jajaja Precioso el capitulo anterior y de traca el de la guagua jaja...Ya tengo que coger el mapa para seguirte ¡Ke experiencia! Un besazo desde Tinajo Pitu&Mele

david dijo...

excelente narración, mezcla de La Metamorfosis de Kafka con el Camarote de los Hermanos Marx.
Sobre todo,para los ke no estábamos en el autobús:risas!
david aizpuru